Esta mañana nos despertamos, y después de la ducha de siempre, quedamos para desayunar en el mismo sitio del día anterior. Somos gente de costumbres. Así pues el desayuno fue a base de croisants escalfados con matequilla y mermelada, zumo de naranja o melocotón y café con leche.
La verdad es que estamos pasando unos buenos días aloados en el hotel Silken Indautxu de Bilbao, y además tanto el desayuno del bar como sobretodo la comida o la cena es tan muy bien.
Para empezar el día realizamos un trayecto de 45 minutos en coche hasta Gernika para conocer quizá el pueblo con más significado y sentimiento por la paz y por Euskadi.
Y es que en Gernika-Lomu fue víctima de un brutal bombardeo mandado por Franco y ejecutado por los bombardeos de Hitler que arrasó todo el pueblo, y sólo quedó en pie la Iglesia de Santa Maria del siglo XV.
Así pues visitamos La Casa de Juntas de Gernika que es donde se celebran los plenos de la Juntas Generales de Bizkaia. Se trata de un parlamento más bien pequeño con alto valor histórico en el País Vasco.
Además visitamos el mítico Árbol de Gernika cargado de alto valor simbólico, por ser el símbolo más universal de todos los vascos. El actual roble fue plantado en el 2005 a los 19 años de edad.
El Árbol de Gernika anterior se plantó en 1860 que duró hasta 2004. Pero el más antiguo que se conseva es el Arbol Viejo que es de unos 200 años de antigüedad y se conserva dentro de una infraestructura de columnatas.
Luego fuimos por un parque en el que nos encontramos con interesantes monumentos realizados por Henry Moore y por el mismo Eduardo Chillida.
Después pudimos ver la reproducción del Gernika de Picasso que se encuentra en la parte de arriba de Gernika.
Después de recorrer Gernika fuimos a comer de pinchos en el Bar Jesus de la calle Artekalea, y comimos bien sobretodo estaban buenos los pinchos de tortilla de chorizo o jamón, y los pinchos de jamón con pimiento verde.
De allí cogimos el coche y fuimos hasta Getxo. Para aparcar es complicado, pero encontramos en una rampa que da acceso al Puerto Viejo de Getxo.
Desde allí, hicimos una interesante pero larga pateada por todo el frontal marítimo, recorriendo el Muelle Ereaga, el Paseo Marqués de Arriluce, y el Muelle de las Arenas Areeta.
En todo ese paseo marítimo de Getxo se encuentra un gran conjunto arquitectónico de casas, palacios y mansiones de diferentes estilos europeos que se edificaron entre los siglos XIX y XX.
Finalmente, después de estar hora y pico recorriendo los bonitos muelles de Getxo llegamos hasta el Muelle Evaristo Churruca, presidido por un curioso monumento al ingeniero Churruca que simboliza la lucha entre el hombre y el mar representado por Neptuno, pero desde el que se puede observar el impresionante Puente de Bizkaia.
El Puente de Bizkaia es Patrimonio de la Humanidad (Unesco 2006), y fue obra de Alberto Palacio en 1893, que pudo disponer de la capacidad técnica de Fernando Arnodín, discípulo de Eiffel. Y es que es una obra contemporánea a la Torre Eiffel de París. Este puente transbordador, que es conocido popularmente como el Puente colgante, está realizado con hierro pintado de rojo oscuro que le dá aspecto de ligereza, y por su original belleza. Con sus 63 metros de altura y 160 metros de longitud para cruzar la Ría de Bilbao, está considerado como el representante más destacado de la era industrial, ya que es el primer transbordador mecánico construido en todo el mundo.
La vuelta andando hasta el coche fue un poco paliza porque estaba al otro extremo de Getxo, pero llegamos sin problemas para volver a Bilbao y disfrutar de las vistas del Museo Guggenheim de Bilbao desde el otro extremo del Nervión.
Después de enemil fotos del impresionante Guggenheim obra de Frank Gherin, fuimos a cenar en el restaurante del hotel. Así pues degustamos una buena cena regada con el vino blanco Verdejo X Siglos, y descansamos del día tan bien aprovechado.
Buenas noches... este post continúa en Nafarroa Euskadi Project 12 (en Emeshing.com)
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