Nos habíamos quedado en el anterior post de la crónica del viaje a Tanzania que he titulado Safari's Project, en la llegada al hotel y que nos fuimos directamente a disfrutar de su piscina.
Pero no os había hablado de la habitación...
La habitación del Bilila Lodge Serengeti es enorme, espectacular, con decoración sofisticada y elegante, muy espaciosa, con tejado de madera y como paja, y con vistas al Parque Nacional del Serengeti sin que te vea nadie, bueno de vez en cuando pasa algún elefante o jabalí...
La habitación consta de una primera estancia con gran cama con mosquitera estilo colonial, un escritorio, una tele, dos sofas y una mesa encarados a la terraza; una gran terraza con 4 butacones y una mesa; un vestidor enorme que hace las veces de tocador con gran espejo, y donde se ubica la nevera; y en el otro lado el enorme baño con una bañera, una ducha y un baño todos con vistas a la sabana, y en el otro lado la pica o lavabo. Es impresionante!
Después de ducharnos y una minisiesta, nos fuimos a cenar. La sorpresa fue que en lugar de cenar en el restaurante del hotel, nos llevaron en 4x4 hasta una esplanada más o menos cercana en la que habían preparado unas mesas con velas y antorchas para cenar.
La cena constaba de un buffet libre con infinidad de platos locales sobretodo basados en carne y arroz. La cena estuvo muy bien tanto por el lugar como por la comida.
Lo curioso del caso es que nos encontrábamos en medio de la selva, cuando ya había escurecido por completo, y desconocíamos los métodos de protección que nos ofrecían para asegurar que un depredador fuera a por nosotros en plena cena. Lo que sí vi era como estábamos rodeados por empleados camareros y visgilantes, que varias fogatas y antorchas nos rodeaban, pero que además unos tambores no dejaron de acompañarnos durante toda la velada...
Por cierto, no os había hablado de la bebida de la zona. El vino que tienen en estos hoteles es sobretodo vino de Sudafrica, y tengo que reconocer que es bastante bueno.
A nivel de cervezas, venden cervezas locales. Básicamente tienen la cerveza Kilimanjaro, creo que es la mejor de las tres, la cerveza Serengeti que está bastante bien, y la cerveza Safari que quizá es la peor de las tres.
Como cada noche, después de cenar nos tomamos las pastillas de Malarone, un medicamento que evita muchas complicaciones en caso de picada de mosquito con Malaria.
Esta vez nos fuimos a dormir temprano, pues al día siguiente había que madrugar y mucho, un globo nos esperaba...
To be continued
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