En ese momento nos acabábamos de enterar que nuestro vuelo de la compañía holandesa KLM Barcelona - Amsterdam aparecía como CANCELADO...
Mi corazón empezó a dispararse, mientras que fui a comunicarlo a mis compañeros de aventura (que ya no de Safari). Pregunté a una chica del personal de tierra de KLM para conocer qué opciones teníamos para llegar a Amsterdam, desde dónde enlazábamos hasta Kilimanjaro (Tanzania). La chica me indicó que debía dirigirme al mostrador de las compañías Air France - KLM y AirItalia situado en el extremo del aeropuerto.
Nos fuimos obedientemente hasta el mostrador indicado y en el que ya había cola, pero cuál fue mi sorpresa al comprobar que estaba cerrado. Así que dejé a mis compañeros haciendo cola y fui de nuevo a consultar con la chica de KLM, quién me indicó que en 5 minutos abrían... es que eran las 4:15h de la mañana!!!
Después de hacer religiosamente la cola, no, miento, al final nos colamos, pudimos ser atendidos por una chica muy simpática a quién les explicamos el problema. Ella nos explicó que el avión que tenía que llevarnos a Amsterdam no había podido aterrizar la noche anterior, debido a que el aeropuerto de Barcelona cerró a las 19h del día anterior debido a la niebla, y por esta razón nos cancelaron el vuelo.
La chica de KLM nos explicó que su backoffice de la India había realizado durante la noche el booking del workaround para llevarnos a nuestro destino, y este pasaba por Londres (UK) - Nairobi (Kenya) para llegar finalmente a Kilimanjaro (Tanzania).
Lo curioso del caso es que la pareja que nos acompañaba tenía la reserva de Barcelona - Londres a las 11h y la nuestra... la chica no encontraba la nuestra... y me dijo que tenía un asterisco.
Mi corazón seguía latiendo, pero tantos sustos no deben ser buenos y más teniendo en cuenta que el cupo de intensidad ya lo cubro con los partidos Barça-Madrid...
La chica llamó por teléfono varias veces para que la ayudaran en el tema, hasta encontrar nuestra reserva para dos horas después, a las 13h. Visto este tema desde la perspectiva de las 4:45h de la mañana, pues no lo veía mal porque la hora de salida del vuelo de Kenya Airways de London a Nairobi era a las 19h, así que había margen suficiente...
Así que al salir del mostrador de KLM nos fuimos hasta los mostradores de facturación de British Airways para intentar hacer el checkin de nuestras maletas hasta Kilimanjaro. La primera reacción fue... ¿pero si el vuelo es a las 13h y son las 5h? Pero como no tenía mucho trabajo y le insistí, al final nos hizo el favor de abrir el vuelo para poder hacer el check-in y facturar las maletas. De momento sólo nos daba la tarjeta de embarque Barcelona-London Heathrow, y allí debíamos conseguir las siguientes.
Nos fuimos a desayunar con los tickets de desayuno (no el de comida, que también solicitamos) hasta uno de los bares más apartados y por tanto menos concurridos y tranquilos del aeropuerto. El ticket de desayuno que nos dieron en KLM debido a la cancelación del vuelo sólo cubría un café con leche y una pasta (croissant, donut, o magdalena), así que me ajusté pidiendo una muffin recordando viejos tiempos.
Las horas no avanzaban, así que decidimos recorrernos el Aeropuerto de Barcelona, tienda arriba tienda abajo... al final nuestros compañeros de viaje se fueron a Londres y nos despedimos con un hasta la vista, determinando el lugar de encuentro en el mega aeropuerto de Heathrow. Pero no sería tan sencillo...
To be continued
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