Hoy el despertador ha sonado, pues queremos ver muchas cosas y el tiempo es limitado. Así que nos duchamos, nos vestimos y bajamos a desayunar. Esta vez en el comedor todo eran parejas de jóvenes con niños excepto un par de parejas sin niños.
El desayuno del Hostal Santa María fue a base de bollitos, magdalenas, croissants con mantequilla y mermelada, yogurt y pan con tomate al estilo cántabro (el tomate rallado) con jamón y queso. Para beber agua, zumo de naranja y café con leche. Vaya, muy parecido al de ayer...
Después de lavarnos los dientes cogimos el A3 en dirección a Cabezón de la Sal. Allí tuvimos suerte en encontrar sitio para aparcar en un paseo céntrico. Paseamos por el pueblo, visitamos algunas plazas, el bonito Parque Conde San Diego y nos compramos unas pelucas de cabezón. Estos son los dulces típicos de las pastelerías de Cabezón de la Sal. Esta es la foto de una curiosa plaza con una enorme bicicleta hecha en madera:
Luego cogimos de nuevo el coche para ir hasta San Vicente de la Barquera. Ya he comentado en twitter que ni rastro de Bustamante y Paula Echeberria...
El pueblo de San Vicente es un pueblo pescador de la costa cántabra que parece se ha puesto muy de moda. Encontrar aparcamiento fue una odisea, y la cantidad de turismo era notable, sobretodo escuchamos catalán. ¿Alguien se quedó en Barcelona en Agosto?
También encontramos reminiscencias franquistas con Primo de Ribera y memoria a los caídos en algunos lugares, también lo vimos en Cabezón de la Sal.
Pudimos recorrer la zona portuaria para luego insertarnos en el casco antiguo de San Vicente de la Barquera. Primero vimos el Castillo del Rey (1,5€), para luego siguiendo la muralla llegamos hasta lo que era fachada del Hospital de la Concepción, y visitamos la Iglesia de Santa Maria de los Angeles (1€).
Como curiosidades de esa iglesia contar que tiene gran parte del suelo de madera, donde durante años se enterró a gente haciendo las veces de cementerio. Por otro lado comentar la imagen de Sta. Maria de los Angeles que tiene un pecho descubierto al dar el pecho a su bebé, supongo que en señal de fertilidad y maternidad.
Para acabar la visita al pueblo de San Vicente de la Barquera fuimos a uno de los bares-restaurantes de la zona para comer a base de las ya famosas anchoas cántabras, y los llamados rabas, que es como le llaman los de la zona a los calamares.
Continua en el post 8 North Spain Route
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