Después de la extraordinaria exposición Los Caminos de Santiago de Gabriel Díaz, nos perdimos por León callejeando el casco antiguo, visitamos la majestuosa Catedral de León, la plaza Mayor y por fin la Plaza de San Martin.
En esta plaza nos sentamos quizá en el lugar equivocado, la Casa Miche, ya que el servicio es muy malo, pero comimos a base de tapas bastante bien. Jamón ibérico y chorizo asado con pan, y todo ello bañado con cervecita fresquita en la terracita de la plaza.
Luego por la tarde seguimos recorriendo el casco antiguo de León dentro de la antigua muralla que resguardaba la ciudad y que aún se conserva en gran parte.
Paseamos por la Calle Ancha que, junto a la Gran Via de San Marcos es dónde vi las tiendas más chulas de todo León.
También fotografiamos la Casa Botines diseñada per Antoni Gaudí en 1891, que se debe a la iniciativa de unso prósperos comerciantes de tejidos de León relacionados con los industriales textiles catalanes, unode los cuales llamado Carlos Güell, recomendaron a Gaudí para la construcción de una nueva sede del negocio de los leoneses. Entramos en el edificio pero amablemente un segurata nos ofreció un tríptico informativo pero nos comunicó que el edificio no es visitable, ya que actualmente hace las funciones de sede social de Caja España.
Además paseamos por el parque de San Francisco y por el paseo que transcurre a lo largo del río Bernesga que atraviesa León.
Hicimos una siesta y después nos arreglamos paraa dar una vuelta sin tanta solana, y de nuevo ir a cenar por el barrio húmedo de León. Esta vez cenamos en un bar-restaurante de la Plaza San Martin llamado el Racimo de Oro, donde nos tomamos una excepcional ración Racimo: revuelto de huevos, jamón, ajetes, gambas y setas... Impresionante!
Por cierto, hay mucho más ambientillo por la noche que durante el día, supongo que por el Sol que cae durante el día y porque la gente estaba trabajando. La Plaza San Martin estaba repleta de gente entre sentados en las terrazas, de pie bebiendo o comiendo algo, paseando y los top manta que abundaban en la zona.
También fuimos a otros bares como El latino donde nos dieron a escoger entre tapa de calamares, salchichas o ensalada campestre. Escogimos la primera juntoa dos cañas. Allí vimos que la gente en lugar de cañas pide cortos, que viene a ser una caña en un vaso más pequeño y así aprovechan la consumición con una tapa. Y es que en estos sitios la gente suele cenar pidiendo vinos o cervezas y picando de las tapas que te dan.
Y de allí chino-chano andando por la Gran Via San Marcos hasta la habitación del Parador de León o Hostal San Marcos, que está preciosamente iluminado. Y precisamente desde la habitación estirado en la cama estoy escribiendo este post.
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