Después de dejar las maletas y los trastos varios en la habitación del Hotel Monumento San Francisco, salimos a la calle para pasear y encontrar un restaurante donde comer.
Andamos por la Rúa do San Francisco, que se llama precisamente por el convento que había donde ahora es nuestro hotel y la Iglesia de San Francisco, hasta la Praza do Obradoiro o Plaza del Obradoiro. Allí se encuentra la monumental Catedral de Santiago, destino de los miles y miles de peregrinos que recorren el camino año tras año.
Comimos en un restaurante a base de pasta con almejas y merluza a la gallega todo ello amenicadocon un vino blanco gallego. Por cierto, me comí de postre una tarta de Santiago en el mismo Santiago de Compostela!
Al salir de comer recorrimos todo el casco antiguo de Santiago de Compostela, que recordemos es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Fuimos por calles como Rúa Nova, Rúa do Franco, Rúa da Conga o Rúa do Proguntoiro, y por plazas como Praza da Quintana, da Inmaculada, de Fonseca o de Cervantes.
Andando llegamos hasta la casa de Gonzalo Torrente Ballester (GTB). Insígne escritor de la literatura española y miembro de la Real Academia de la Lengua. En su fundación pudimos ver no sólo parte de su colección fotográfica sino ediciones en diversos idiomas de sus obras.
En 2010 se cumple el primer centenario de su nacimiento en El Ferrol. Visitando la exposición Los Mundos de Gonzalo Torrente Ballester a uno le hubiera gustado tenerlo como profesor. También se pueden apreciar los premios recibidos en su trayectoria, a destacar el Premio Cervantes en 1985, el Príncipe de Asturias y el Planeta. Es especialmente destacable su faceta cervantina, su conocimiento humanístico y su vasta cultura. De hecho en la fundación se podían escuchar fragmentos de cintas grabadas que nos permiten entrar en el taller del escritor. A Adriana y a mi nos gustó especialmente este fragmento del escritor:
"Por una serie de azares, nunca he tenido ocasión de ampliar la lengua materna, elevarla a lengua culta y hacer de ella mi instrumento único de expresión literaria. La Literatura gallega no tiene, pues, nada que agradecerme, y lo siento... No pertenezo a esa clase de españoles que, cuando van a Barcelona, se consideran ofendidos porque la gente hable en catalán. La irritación de los tales es la manifestación de un complejo de inferioridad. Hay algo más natural que un pueblo hable con normalidad su propia lengua? Que la pierda debería considerarse como causa de vergüenza colectiva. Y el gallego ha estado a punto de perderse. Algún día se hará la debida justicia a los que lo han evitado."
De la casa es destacable una mesa camilla que era de la abuela de Torrente Ballester y que este utilizaba en su pequeño estudio para trabajar. La curiosidad de esta mesa camilla es que servía para calentar las piernas de GTB mientras escribía, así que imaginaros qué frío pasaría el hombre en una casa tan grande.
Otra curiosidad que pudimos ver en la exposición fue una carta que GTB envió desde Albany (New York) a Fraga Iribarne, entonces Ministro de Información y Turismo, para tratar de sortear la censura en la publicación de su novela titulada "Off-side".
Al salir de la exposición de GTB nos dejamos perder por Santiago hasta dar de nuevo con la Praza do Obradoiro. Mientras admirábamos la fachada principal de la Catedral han salido del Hostal de los Reyes Católicos unos novios en coche de caballos que han sido aplaudidos por la muchedumbre.
La verdad es que en la Plaza del Obradoiro se viven escenas muy intensas, como un abrazo interminable entre una pareja de peregrinos jóvenes de pelo largo, o un conjunto de peregrinos que deberían conocerse durante el camino y que ahora se abrazan intensamente al haber conseguido su meta y llegar hasta Santiago. Estar en esa plaza te imbulle de una especial emoción, y eso que nosotros llegamos en coche, pero la monumentalidad de la plaza te impone su respeto.
La curiosidad del día son las colas para entrar en la Catedral, en especial por la puerta santa ubicada en la Praza Da Quintana que sólo se abre en año Xacobeo. Pues bien, nosotros intentamos acceder por la puerta de la Praza das Praterías, con mucho menos cola, pero no nos dejaron pasar porque llevaba la mochila con el iPad y otros gadgets.
Así que me despido hasta mañana, cuando de nuevo trataremos de visitar la Catedral y la tumba del Apostol Santiago pero sin mochila...
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