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Justo hoy hace 2 meses, el pasado 12 de noviembre, el mundo perdió a uno de los pioneros de la informática: Thomas E. Kurtz. Thomas Kurtz fue co-creador del lenguaje de programación BASIC, falleció a los 96 años. Aunque su nombre quizá no sea tan reconocido como debería, su legado transformó para siempre la relación entre las personas y las computadoras.

Thomas E. Kurtz: El hombre que democratizó la programación junto a John Kennedy

A principios de los años 60, la programación era un territorio reservado para expertos con amplios conocimientos en lenguajes complicados como Fortran o Assembly. Sin embargo, Thomas Kurtz, junto a John G. Kemeny, tenía una visión diferente: querían que la informática fuera accesible para todos, no solo para los científicos e ingenieros.

BASIC (Beginner’s All-purpose Symbolic Instruction Code)

Fue en 1964, en el Dartmouth College, donde nació BASIC (Beginner’s All-purpose Symbolic Instruction Code), un lenguaje diseñado para ser simple, intuitivo y funcional. La idea era que cualquier estudiante, sin importar su formación, pudiera aprender a programar en cuestión de horas. Y lo lograron.

BASIC se convirtió en el punto de entrada para millones de personas al mundo de la programación. Su facilidad de uso fue clave para el éxito de los primeros microcomputadores en los años 70 y 80. Si alguna vez programaste en un Spectrum, un Commodore 64, una Apple II o incluso en un IBM PC, probablemente usaste BASIC.

Educación tecnológica

Pero el impacto de Kurtz no termina ahí. Su trabajo no solo simplificó la programación; también cambió la manera en que entendemos la educación tecnológica. Él demostró que enseñar a programar no tenía por qué ser intimidante, sino algo que cualquier persona podía dominar con las herramientas adecuadas.

Thomas E. Kurtz no buscaba fama ni fortuna, sino empoderar a una generación. En una era en la que la tecnología parecía inalcanzable, él construyó el puente que conectó a la gente común con el poder de la informática.

Hoy, a casi seis décadas de la creación de BASIC, su influencia sigue presente. Cada lenguaje moderno que prioriza la accesibilidad y la simplicidad lleva en su ADN el espíritu de Kurtz.

Con su partida, no solo despedimos a un matemático brillante, sino también a un visionario que creyó en el potencial de la tecnología para transformar vidas. Gracias, Thomas E. Kurtz, por abrirnos las puertas al mundo de la programación.

¿Tú también aprendiste programación con BASIC? 

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