jueves, noviembre 11, 2010

Una mañana diferente

Me sonó el despertador, no era un día laborable cualquiera, era sábado, pero el despertador sonó a la misma hora. No es que me lo dejara programado por equivocación, es que tenía que levantarme para poder cumplir una "misión": debía llevar a C al aeropuerto.

Desayuné a toda leche y me duché para salir disparado junto con Adriana a buscar a C. Al llegar a su casa C trataba de escanear su pasaporte y su DNI con una Deskjet multifunción de HP, pero no lo estaba consiguiendo. Así que tuve que ponerme manos a la obra y descargar los drivers para Mac y el programita de nada más y nada menos que 135MB, para poder escanear con éxito los documentos. En poco más de 10 minutos lo conseguí después de hacer un dowload del programa, instalarlo en el MacBook, proceder a escanear passport y NIF, hacer unas impresiones y enviarlo por correo por si fuera necesario recuperarlo en el futuro.

Salimos a toda leche en dirección al aeropuerto, por suerte el tráfico escaseaba a esas horas de la mañana. Llegamos sin problemas a la T1 del Aeropuerto de Barcelona, y la dejé justo en la zona de las facturaciones de la compañía aérea conla que debía volar.

Yo me fui a aparcar el coche en el inmenso parking de la T1, en concreto en el parking A. Empecé a subir pisos y más pisos, pues estaban todos ocupados o bien restringidos a coches de alquiler. Finalmente encontré un hueco en la planta 3, y me anoté el código de parking-planta-sitio en la BlackBerry como bien recomiendan en la entrada y en el ticket.

Llegué a la terminal T1 del aeropuerto desde el parking y me pasó lo mismo que cuando nos fuimos a ong Kong. La señalización es escasa, y no encontraba los mostradores de facturación, más que nada porque estaba en la planta equivocada... después de subir un piso llegué hasta la zona de mostradores de facturación y las colas eran espectaculares... ¿Crisis? ¿Qué crisis?

Esta vez el sistema informático funcionaba, pero los trabajadores de las compañías no daban abasto a la cantidad de pasajeros que se agolpaban a esas horas de la mañana a facturar. Nos pusimos a acompañar a C y a sus compañeras de viaje en la lenta cola. Cuando estábamos a media cola de facturación, veo que aparecen en algunos monitores un aviso de última llamada justo en el vuelo que debían coger, así que las avisé para que se cambiaran de cola y pudieran llegar a su destino sin perder tiempo.

Después de un rato más en espera, y de presenciar algún pollo organizado por algún grupo desorganizado, conseguimos el propósito de facturar maletas y conseguir las targetas de empbarque a su destino... qué suert! Pero antes tuvimos un pequeño susto cuando C no encontraba uno de sus documentos necesarios para volar...

Nos despedimos y Adriana y yo nos fuimos a mirar algunas tiendas hasta llegar a un Starbucks para tomas un café latte ella, y yo un zumo de naranja y mango y una desas muffins que hecho a faltar desde mis visitas a USA. El servicio en el Starbucks bastante bueno, aunque self-service, pero los precios siguen desorbitados... Después de estar un rato, descubrimos que el WC funcionaba con el código que aparece en el ticket, y no sé si alguna cosa más puede hacerse con el código.

Lo digo porque un chaval joven, yo diría que francés ya que se llamaba André, sacó su MacBook Pro, trató de conectarlo a algún enchufe y estuvo mirando el código del ticket no sé si para conectarse a la Wifi o para añguna promoción... ¿alguien sabe si el código del ticket del Starbucks sirve para algo más?

Hasta aquí una mañana diferente en la que Adriana y yo nos quedamos con muchas ganas de coger un avión y empezar otro viajecito por el mundo...

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